Momentos de angustia y desesperación vivieron varias personas que se encontraban disfrutando de un rato de diversión en balneario conocido como Rancho Texas ubicado en la vía Tres Postes - Jujan de la provincia del #Guayas, al observar que un niño se estaba ahogando.
El hecho ocurrió aproximadamente a las 14:00 de este domingo, cuando algunos bañistas se percataron que un menor de 05 años estaba sumergido en le fondo de una piscina, en ese momento un vigilante de la CTE, que estaba dando la seguridad vial en el sitio, había ingresado al local a comprar una botella de agua, escuchó los gritos de la gente y junto a otras personas se lanzaron a rescatarlo.
El uniformado se identificó como rescatista, le tomó el pulso al menor pero ya no tenía signos vitales, por lo que el agente procedió a darle Respiración Cardio Pulmonar (RCP), sin obtener resultados. Después a la ayuda se sumaron otros compañeros pero el niño no reaccionaba, estaba pálido, los curiosos y familiares se imaginaban en ese momento lo peor al observar que el esfuerzo de los servidores públicos no daban resultados, sin embargo el vigilante no perdió la fe e insistió, hasta que luego de varios minutos milagrosamente el infante reaccionó y fue allí que rápidamente pidieron una ambulancia y los trasladaron hasta un hospital de Babahoyo.
La gente y padres del menor emocionados aplaudieron la heroíca intervención del vigilante identificado como Miguel Reyes, quien perteneció a la Unidad de Rescate y Emergencias Médicas de la CTE y actualmente labora en Milagro. El joven milagreño manifestó, "Yo estaba en el bar y escuché que la gente gritaba se ahogó se ahogó, se murió corrí a ver y ayudamos a sacar al niño, empecé a darle los primeros auxilios a pesar de la presión que tenía porque la mamá lo quería coger al niño de la desesperación, gritaban, no sabían que hacer y tuve que decirles que yo soy rescatista y me dejaran trabajar. En ese momento me conmovió ver al bebé, porque me recordó a mi pequeño hijo y no quería que este angelito muriera, por lo que insistí sin perder las esperanzas hasta que volvió a la vida, en ese momento me dieron ganas de llorar de la emoción". Reyes alegó sentirse orgulloso de haber salvado una vida, pues tiempo atrás cuando laboraba en la Unidad de Rescate vió morir a un niño y no quería que volviera a pasar.
El vigilante Miguel Reyes, vive en Milagro, tiene un hijo, practica mucho ejercicios, gracias a su perseverancia el año anterior quedó campeón nacional en la Organización Global de Culturimo.
Un caso que quedará en la memoria de aquellas personas que presenciaron el hecho y que servirá de experiencia para que los padres no descuiden por ningún momento a sus hijos.
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