Miguel Zúñiga Juárez
Con más de 8 mil 500 personas, Coicoyan de las Flores es un municipio de alta marginación; en peor situación está su agencia el Jicaral donde el sistema de salud es inexistente, lo que ha obligado a las mujeres a ser atenidas en sus partos por manos inexpertas.
Oralia “N” tiene 14 años, es indígena, pobre y al parir en una comunidad de #Oaxaca, perdió a uno de sus hijos, al no contar con servicios médicos eficientes para su atención.
Hoy la amarga experiencia, fue para la niña Oralia que lejos de jugar con muñecas ha tenido que enfrentarse a la crueldad de la pobreza; y es que, con un parto a termino una mujer de la comunidad que se dijo partera la atendería en un petate y adentro de cuatro paredes de adobe.
Sin control natal y nula supervisión médica, la situación se complicó, y el primer bebé de un embarazo gemelar nació muerto, el segundo tenía complicaciones, situación que llevó la partera a abandonar a la pequeña a su suerte.
Por casualidad la brigada de Fortalecimiento a la Atención Médica Santo Domingo Ticu, pasaba por el lugar, los médicos rápidamente la estabilizaron y debido a su situación decidieron que debía ser trasladada a un centro médico.
El más cercano se encuentra a dos horas de la agencia, así que ahí empezó un reto más para la joven madre y los médicos, quienes en medio de la terracería y los gritos de dolor de la mujer arribaron a Santiago Juxtlahuaca.
Ahí lograron que se le practicará una cesárea salvándole la vida a ella y a su otro bebé.
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